Con tantos tipos de psicoterapia disponibles, es posible que no estés seguro o segura de cuál es la mejor opción para ti. Es por eso que un primer paso recomendado para comenzar una terapia psicológica es aprender para qué se usa generalmente cada método y en qué maneras puede ayudarte cada uno.
Durante las sesiones de psicoterapia tú y tu terapeuta trabajan juntos para identificar aquellos aspectos en los que quieres o necesitas trabajar con mayor urgencia o prioridad.
La psicoterapia generalmente se basa en métodos como el habla y escucha. Sin embargo, estos métodos pueden cambiar según el tipo de psicoterapia que elijas. De hecho, muchos terapeutas combinan diferentes métodos, dependiendo de los objetivos de tu terapia, así como de su formación y experiencia.
El tipo de terapia que eliges es a menudo una elección personal. No existe un “mejor” tipo de terapia que se aplique a todos. A veces, descubrirás que un tipo de psicoterapia funciona para una cosa, mientras que otro completamente diferente funciona para otra. Saber más sobre los diferentes tipos de psicoterapia podría ayudarle a explorar tus opciones y tener una mejor idea de qué buscar.
Esta es una terapia a corto plazo y con objetivos claros, que se enfoca en el vínculo que hay entre nuestros pensamientos (cognición) y nuestras acciones (comportamiento). Su objetivo es ayudar a las personas a cambiar los patrones de pensamiento que provocan comportamientos poco saludables, improductivos o incapacitantes. Durante las sesiones, trabajarás con tu terapeuta para aprender a reconocer tales pensamientos o creencias negativas y persistentes y responder a ellos de manera más saludable.
Este tipo de terapias enfatizan cómo ciertos eventos y relaciones personales en nuestra vida, tanto pasadas como presentes, afectan nuestros sentimientos, manera de relacionarnos y las decisiones que tomamos. Su objetivo es ayudarte a reconocer y comprender tus sentimientos y emociones reprimidas para que puedas resolver conflictos psicológicos internos y mejorar tus experiencias de vida, autoestima y las relaciones interpersonales.
Explorar las razones por las que has tomado ciertas decisiones o acciones adversas en el pasado puede ayudarte a no tomar decisiones desfavorables similares en el futuro y dejar de repetir los mismos ciclos y patrones.
La terapia humanista se centra en los rasgos y características únicas que tenemos como personas en lugar de intentar identificar lo que hay en común entre uno mismo y los demás, para así no etiquetar estos rasgos comunes como una condición o trastorno. El objetivo principal de la terapia humanista es ayudarte a alcanzar tu máximo potencial y transformándote en alguien más consciente de tí mismo.
Este tipo de psicoterapia se basa en la idea de que cada uno de nosotros somos parte de una red o sistema donde nuestras interacciones con otras personas tienen un impacto en el funcionamiento de éste mismo. A veces, los sistemas crecen y cambian y pueden quedarse estancados. La idea es que el problema reside en el grupo, en su conjunto, y no en una sola persona.
El terapeuta te ayudará a enfatizar las fortalezas, resiliencia, los recursos disponibles y cómo todos contribuyen al funcionamiento del sistema. El objetivo es ayudar a todos a entenderse y desarrollar nuevas formas de comunicarse, ya que de esta manera todos contribuyen al bienestar general del sistema.
No es necesario que te comprometas con un enfoque o terapia desde el principio, pues puedes intentar algunas sesiones y cambiar si lo prefieres.
También es posible que desees considerar la posibilidad de concertar consultas con algunos terapeutas diferentes. De esta manera podrás hablar sobre lo que crees que necesitas y escuchar cómo lo abordaría cada enfoque.
Es recomendable comprobar las credenciales y certificaciones de tu terapeuta y el tipo de formación que recibió. También es importante comprender que no necesariamente te caerá bien o tendrás una buena relación con tu terapeuta. Esto lo puedes hablar ahí mismo y decidir cambiar de profesional.