- Retraimiento: retraimiento social reciente y pérdida de interés en conectarse con los demás.
- Disminución de la capacidad para funcionar: una disminución inusual en el funcionamiento en la escuela, el trabajo o las actividades sociales, como dejar de practicar deportes, reprobar en la escuela o dificultad para realizar tareas familiares.
- Problemas de pensamiento: problemas de concentración, memoria o pensamiento lógico y del habla que son difíciles de explicar.
- Apatía: pérdida de iniciativa o deseo de participar en cualquier actividad, también pérdida de interés en cosas y actividades que solía disfrutar.
- Estado constante de nerviosismo: miedo o desconfianza hacia los demás o un fuerte sentimiento de nerviosismo.
- Comportamiento inusual: comportamiento extraño, inusual y peculiar.
- Cambios en el sueño o el apetito: cambios dramáticos en el sueño y el apetito o disminución del cuidado personal.
- Cambios de humor: cambios rápidos o dramáticos en los sentimientos a lo largo del día.
- Ansiedad crónica: los síntomas de ansiedad pueden incluir palpitaciones del corazón, dificultad para respirar, dolor de cabeza, inquietud, diarrea, sudoración o mente acelerada.
- Depresión: sentirse triste, desesperado o irritable durante semanas o más; Falta de motivación o energía.
- Abuso de sustancias: uso de alcohol o drogas como mecanismo de afrontamiento, aumentando la frecuencia y las cantidades.
- Sentirse culpable o inútil: pensamientos como "Soy un fracaso", "Es mi culpa" o "No valgo nada".
- Autolesión o ideación suicida: sentir la necesidad de hacerse daño a uno mismo.